22/5/09

Treinta.

Esas rayas maníacas en el cielo... es como si se hubiera escapado un orangután con un rotulador y Nola ha corrido tanto que los ojos le laten y las rayas a veces parecen fideos y a veces globos. Siempre la veo correr en la misma dirección. Cuando va. Cuando regresa. Me pregunto si eso que hace es técnicamente “ir” o “volver”.
Nola trae el folletín. El folletín trae letras y algún dibujo chusco. Es el capítulo XXXII. Al final del capítulo XXXI, el Pistolero Intelectual consumaba el asesinato del señor Moulaert. Al principio del capítulo XXXII, el Pistolero Intelectual se encuentra mordiendo una de las nalgas de la viuda Moulaert. Esta elípsis resulta abrupta pero prometedora y la nuca de Nola desaparece por el extremo derecho de mi ventana, el mismo por donde se fue o empezó a regresar la primera vez. (La primera vez, hoy). (Creo).
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